Un arriero bajo el sol caminando a la sombra de sus antepasados. Quizás no sepa nada de la grandeza que lo rodea, de los ritos que por allí se dieron. Ya no huele más a sangre de sacrificio para saciar al decapitador, Ai Apaiec. El felino salido desde las alturas Chavín. Aquel que duerme durante siglos esperando el momento de renacer.
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